19 de febrero de 2011
Día de encuentro entre los Laicos del Monasterio de la Conversión y las hermanas en Sotillo
El sol nos acompañó, sin dejarse ver, tras las nubes bajas y la lluvia intermitente, que impidieron contemplar el grandioso paisaje que nos rodeaba y disfrutar de un tiempo cálido y agradable, pero quizá para que nos fijásemos más en otra realidad no pasajera, que se va construyendo desde dentro y va creciendo poco a poco, lentamente, en el calor fraterno, fuego encendido entre nosotros.
Era nuestro primer encuentro en el futuro Monasterio de la Conversión, en lo que será la capilla, aún sin terminar, pero convertido en templo de Dios por unos instantes, con las piedras vivas de nuestras personas, familias y hermanas. Tras un breve recorrido por las distintas estancias, guiados por nuestros arquitectos y sus explicaciones acerca de lo que se vivirá y compartirá en el futuro en cada una de ellas, nos congregamos alrededor de una pequeña decoración con el signo de la cruz de la Comunidad, el icono de Pentecostés y el rostro de Jesús presidiéndonos y una vela encendida y, así elevamos a Dios nuestra oración de gratitud por la obra realizada en nosotros y nuestra petición para que acreciente la comunión fraterna que Él ha creado entre nosotros trazándonos un camino común. Después compartimos la mesa y la sobremesa y, al final del día, de vuelta a nuestras casas, pudimos experimentar vivamente que la Palabra escuchada en la oración de la mañana se había cumplido en nosotros: “¡Qué bien se está aquí! Hagamos tres tiendas” Y también pudimos saber con certeza que Él es el que realmente nos construye la casa, la física y material y la morada interior, en cada uno de nosotros, en nuestras familias y en nuestra Comunidad.
Un día muy especial y emotivo. En la oración pudimos contemplar cómo hemos estado construyendo interiormente lo que ahora vemos exteriormente, esa comunidad fraterna que se ha ido entrelazando ahora ve la realidad de un edificio, pero antes del edificio ya se ha estado haciendo presente en nuestro caminar.
ResponderEliminar¡Qué alegría ver cómo poco a poco vamos creciendo! Fue un día lleno de emociones. Qué chulada de edificio. y Qué paisaje, qué cocina y biblioteca!
ResponderEliminarFue precioso "estrenar" la capilla. Además creo que ha sido el día que más laicos nos hemos reunido.
Mil bendiciones,
Inma y Javi
Hasta muy pronto